¿Recuerdan a “Jimmy who?” (¿Jimmy quien?) Esa era la forma sarcástica en la que se referían los medios a la candidatura presidencial del entonces nacionalmente desconocido Jimmy Carter. Más o menos de la misma forma se hacia burla de la falta de experiencia de un joven senador llamado John F. Kennedy en su postulación presidencial. Pero además de poco conocidos tenían otras cosas en común. Las condiciones para su elección estaban a su favor.
Cansados de una larga ocupación de la Casa Blanca por presidentes Republicanos el electorado buscaba un cambio, algo nuevo y refrescante. Existía también un cambio generacional subterráneo y dos recientes guerras impopulares de trasfondo en previas administraciones.
Para la generación de los 60 estas elecciones pueden ser la última oportunidad de realizar sus sueños de la sociedad Woodstock. Pero hay otra generación que ha sido criada bajo la influencia de la extorsión intelectual de lo políticamente correcto, impuesta sobre ellos por esa misma generación de los 60. Y esa nueva generación de electores está reaccionando rebelándose contra la vieja generación, o siendo apática ante la política. Hacia donde puede una nueva generación llevar a los E.U. es la cuestión en estas elecciones.
En todas las encuestas Hillary llevaba la delantera entre los candidatos Demócratas. Esto ha cambiado. En Iowa Obama ha ganado terreno de manera impresionante sobre pasando a la senadora Clinton o al menos empatando. Aún así Hillary es la preferida entre los afro-americanos. El complejo “educacional-bienestar social-Partido Demócrata” rige ahí todavía. O puede ser debido a que los afro-americanos no vean la necesidad de elegir al primer presidente afro-americano ya que según se decía Bill Clinton fue el primer presidente negro de los E.U.
Ahora entra Obama haciendo jactancia, hasta cierto punto justificada, aunque esperamos que después no quiera beber del vaso de la victoria, de no haber apoyado la intervención militar en Irak. En esto al menos hay una apariencia de consistencia que contrasta con el resto de los candidatos Demócratas. Dice también que la generación de los 60, una indirecta a la Senadora Clinton, está quemada y solo ofrece más de lo mismo, más de la política rancia y divisoria.
¿Pero será Obama capaz de trascender completamente las agendas de los 60 que ahora critica, o quedara cautivo de las políticas generacionales de su partido? ¿Nos puede llevar a una revitalización del sentido de auto-suficiencia individual del carácter americano, o nos llevará a la continuación de la cultura política de plantaciones? ¿Podrá superar las murallas del “complejo educacional-bienestar social-Partido Demócrata”?
¿Qué necesita Obama para ganar? Eso depende de lo que Obama represente. Y el caso es que Obama está situado en una buena coyuntura histórica en este momento, aunque creo que ni el ni su equipo lo saben. Obama representa el éxito de las luchas por los derechos civiles, pero no representa la generación que lucho esa lucha. Representa el sueño Americano de los inmigrantes pero no es inmigrante. Representa juventud y nuevos bríos, pero está atado a una dinámica y lenguaje político anquilosados.
Obama necesita moverse hacia el centro, no de la manera deshonesta, oportunista y triangulada de los Clinton sino de manera honesta. Esto es posible pues es ahí donde gran parte del electorado está. El electorado americano manifiesta un cansancio de las pesadas luchas culturales ideológicas, la ineficiencia de los políticos en bregar con asuntos prácticos, pero eso no quiere decir que se han convertido en socialistas. El Partido Demócrata ha confundido el aullido chillante de sus grupos marginales con la voz del pueblo. El pueblo americano ha manifestado descontento e impaciencia con el paso del envolvimiento en Irak porque quiere victoria no derrota.
Pero con los cambios ocurriendo en Irak (incluyendo un reciente acuerdo pidiendo a los EU quedarse) ya los Demócratas están dejando a un lado la machaca para concentrarse en otros asuntos. La lucha en el Partido Demócrata es ahora entre los asentados de la vieja nomenclatura de los 60, los aparatchiks del feminismo-estalinismo y los Clintonistas, y entre los otros que hartos de la misma política de siempre buscan un cambio (tema de campaña de Obama). Estos últimod no están muy seguros de querer tener de nuevo en la Casa Blanca al presidente que nos sacudió el dedito en la cara.
Pero en materia de política extranjera Obama si es inexperto y ha expresado torpeza en sus comentarios tales como decir que invadiría a Pakistán o que negociaría directamente con líderes hostiles a los E.U. En ese campo la Hillary le lleva ventaja a pesar de sus contradicciones. Pero Ted Sorensen, antiguo “Kennedyista”, le ha dado su endoso diciendo que tal inexperiencia no es tan diferente a la de JFK, quien según Sorensen demostró luego cualidades de gran estadista.
¿Pero está el Partido Demócrata listo a regresar a una postura “Kennedyesca” en política doméstica y extranjera? Una postura conservadora fiscal y de valores de defensa nacional y promoción de valores democráticos en el exterior fueron marcas de una generación idealista bajo el liderato de JFK. Sorensen pudiera estar correcto, la candidatura de Obama asemeja a la de JFK. Pero para serlo más necesita de una política extranjera que no preste apoyo moral a los narcotraficantes internacionales, como Fidel Castro y Hugo Chávez, en las comunidades negras y minoritarias.
Cada vez más se escucha la preocupación de los padres de niños minoritarios expresando su descontento con el “complejo educacional-bienestar social-Partido Demócrata”. Obama por su experiencia personal está bien situado para ofrecer un cambio de ese establecimiento. Ha sido por eso que quienes han cuestionado su raza y traído el tema racial no han sido los electores blancos sino el viejo establecimiento de los luchadores por los derechos civiles.
Pero el reto más grande para Obama no es solo sobrepasar la cuestión racial. El problema es ganarse a los demócratas por encima de Hillary y a los “demócratas de Reagan” que abandonaron el partido hace tiempo, desde y tal vez por los Clinton. Esos que aún por ahí quedan son los que tiene que conquistar Obama. Pero hay otros que, por la forma en que el liderato Demócrata ha jugado a la política con la vida y sangre de nuestros soldados y conciudadanos en Irak, jamás podrán volver a votar Demócrata. Para ellos ni la promesa de una nueva retórica bastará.
Mientras Obama se sostenga a las contradicciones no ganará, pues al menos en estos momentos no creo que pueda superar esas barreras. Pero tiene la oportunidad de al menos intentar devolver al Partido Demócrata a sus sentidos. Sacar al partido de las garras de los desquiciados de MoveOn.org y otros similares enajenados de la realidad pudiera ser una buena contribución que su presencia en esta carrera lograría. Al menos ha hecho algo que la generación de los 60 no ha hecho. Ha admitido que si inhaló.
Como hemos dicho la seguridad en el futuro de EU está en la transmisión de sus valores a una nueva generación nacional y a las generaciones de inmigrantes. Tal vez Obama se eleve a la ocasión o tal vez pierda su tiempo. Irónicamente, parece que Obama tiene mejores oportunidades corriendo como un Republicano moderado que como un Demócrata de MoveOn.org.
(Versión en inglés) http://thecommentarybyamoros.blogspot.com/
Noticias relacionadas
http://www.al.com/newsflash/regional/index.ssf?/base/politics-0/1196545145238660.xml&storylist=alabamanews
http://www.nytimes.com/2007/12/02/opinion/02rich.html?_r=1&ref=opinion&oref=slogin
Desde la fecha original del articulo estas otras noticias han salido que confirman las tendencias.
"Bill is every bit as black as Barack." "He's probably gone with more black women than Barack," --Andrew Young. Confirmation of the fissure in the African American community whether real "blackness" means being part of the "educational-welfare-Democratic Party-Civil Rights Establishment complex". AP story
http://apnews.myway.com/article/20071208/D8TDI1B00.html
Democrats equally balanced between Clinton and Obama
http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=newsarchive&sid=anRcoLyfN0VM
Oprah Campaigns for Obama in SC and NH. "I'm sick of politics as usual," Winfrey said.http://www.breitbart.com/article.php?id=D8TENBE00&show_article=1
Más reconfirmación de mi analisis. "A generational gap"
http://www.washingtontimes.com/article/20071215/NATION/112150050/1001
Wednesday, December 05, 2007
Monday, October 29, 2007
América Latina y Sus Nuevos Reyes
Sucesiones no Transiciones
Raúl por su parte, pretende y pide negociar directamente con Bush antes que negociar con el pueblo cubano su futuro. Eso es monarquía. Mientras tanto los E.U. ya le están ofreciendo a Cuba una contraoferta a la oferta anexionista de Chávez. Bush ha ido directamente por encima de Fidel y Raúl y le ha hecho una oferta a los reyezuelos: antes que pasen al mando de Chávez, les dice Bush a los militares en Cuba, observen que las puertas al norte de Cuba ofrecen más que lo que puede ofrecer más de lo mismo el del complejo de Bolívar.
Pero en ese mundo una cosa queda constante, “The Business of America is business.” Esta frase de Calvin Coolidge que se usa de forma peyorativa es la mejor declaración de lo que es la esencia de la política extranjera de los EU. Pero quienes la citan de forma peyorativa demuestran en si la ignorancia y la falta de entendimiento del pensar y el ser norteamericano y habla más de sus prejuicios que de un entender objetivo del que hacer anglo americano.
El negocio de los americanos siempre ha sido el negocio. Pero para negociar entre países hay que ser soberanos. Quien se mantuvo en el poder por 49 años usando la defensa de la soberanía como mayor parapeto de defensa y auto-justificación, ahora la redefine, como cualquier producto comercial al mejor postor, "the new, all-improved sovereignty". Cuba tiene que reclamar su soberanía antes de que sea demasiado tarde. Fidel ya la ha redefinido y una vez más no a favor de Cuba.
24 de octubre de 2007
Lo siento amigos que viven decepcionados esperando transiciones pero Cuba es una neo-monarquía, con toda una repartición de pequeños reyezuelos, duques, condes, etc. Lo único que allá se llaman Ministro del Interior, Ministro de la Seguridad del Estado, etc. Quien pone y quita, otorga y confisca es y siempre ha sido Fidel. Vean el caso del una vez destituido y luego reinstituido Ramiro Valdéz, que fuera una vez el Beria de Fidel. Según investigaciones internacionales se estima que su fortuna personal es valorada en millones. Ahora controla el reino de las comunicaciones.
Esas mismas investigaciones revelan que Raúl y Fidel y sus proles tienen propiedades en España, Chile, Bolivia, Argentina por si acaso hay que salir corriendo. Mientras tanto Cuba tiene la mayor incidencia de suicidios en el hemisferio, y de acuerdo a una encuesta realizada interiormente solo un 4 por ciento le echan la culpa al "embargo" por la condición en Cuba.
Fidel le ha chupado hasta el alma al pueblo cubano. La que fue una de las más bellas capitales del mundo hoy se encuentra en ruinas. "Habana: Arte Nuevo De Hacer Ruinas" un documental recien realizado por alemanes revela no solo el deterioro irreparable de su arquitectura sino de cómo esa misma destrucción ha ido paralela con la destrucción del alma y la esperanza de los habaneros, al mismo ritmo y de manera más que simbólica con el decaimiento del cuerpo decrépito de su Nerón.
Aquellos alardes machistas en defensa de la soberanía cubana como representante también de la defensa de la soberanía de los pueblos que inspiraban al entonces llamado “Tercer Mundo” quedaron allí en discursos que retumban vacíos en la Plaza de la Revolución. La soberanía del pueblo de Cuba no es la que soñaron Martí y Maceo sino que ahora reside en la sucesión directa de un familiar.
Ni como acto final es capaz de devolverle la soberanía al pueblo siquiera como un acto de generosidad paternalista. Ahora en lugar de libertar a sus vasallos, el Rey Fidel se los ha vendido a otro rey, Chávez, con la racionalización de que la defensa de la soberanía de Cuba es una "ridícula adhesión al soberanismo estéril". O sea, lo mismo que hacían los reyes de Europa cuando se pasaban y se negociaban entre ellos países completos, ya que la soberanía residía con ellos, como otorgada por derecho divino y no en el pueblo.
El mundo se está reorganizando rápidamente en nuevas alianzas. ¿Cuando se podía imaginar que América Latina iba a ser pretendida por tres partes? Por el norte los E.U., por el oeste China y ahora por el este Irán.
Esas mismas investigaciones revelan que Raúl y Fidel y sus proles tienen propiedades en España, Chile, Bolivia, Argentina por si acaso hay que salir corriendo. Mientras tanto Cuba tiene la mayor incidencia de suicidios en el hemisferio, y de acuerdo a una encuesta realizada interiormente solo un 4 por ciento le echan la culpa al "embargo" por la condición en Cuba.
Fidel le ha chupado hasta el alma al pueblo cubano. La que fue una de las más bellas capitales del mundo hoy se encuentra en ruinas. "Habana: Arte Nuevo De Hacer Ruinas" un documental recien realizado por alemanes revela no solo el deterioro irreparable de su arquitectura sino de cómo esa misma destrucción ha ido paralela con la destrucción del alma y la esperanza de los habaneros, al mismo ritmo y de manera más que simbólica con el decaimiento del cuerpo decrépito de su Nerón.
Aquellos alardes machistas en defensa de la soberanía cubana como representante también de la defensa de la soberanía de los pueblos que inspiraban al entonces llamado “Tercer Mundo” quedaron allí en discursos que retumban vacíos en la Plaza de la Revolución. La soberanía del pueblo de Cuba no es la que soñaron Martí y Maceo sino que ahora reside en la sucesión directa de un familiar.
Ni como acto final es capaz de devolverle la soberanía al pueblo siquiera como un acto de generosidad paternalista. Ahora en lugar de libertar a sus vasallos, el Rey Fidel se los ha vendido a otro rey, Chávez, con la racionalización de que la defensa de la soberanía de Cuba es una "ridícula adhesión al soberanismo estéril". O sea, lo mismo que hacían los reyes de Europa cuando se pasaban y se negociaban entre ellos países completos, ya que la soberanía residía con ellos, como otorgada por derecho divino y no en el pueblo.
El mundo se está reorganizando rápidamente en nuevas alianzas. ¿Cuando se podía imaginar que América Latina iba a ser pretendida por tres partes? Por el norte los E.U., por el oeste China y ahora por el este Irán.
Raúl por su parte, pretende y pide negociar directamente con Bush antes que negociar con el pueblo cubano su futuro. Eso es monarquía. Mientras tanto los E.U. ya le están ofreciendo a Cuba una contraoferta a la oferta anexionista de Chávez. Bush ha ido directamente por encima de Fidel y Raúl y le ha hecho una oferta a los reyezuelos: antes que pasen al mando de Chávez, les dice Bush a los militares en Cuba, observen que las puertas al norte de Cuba ofrecen más que lo que puede ofrecer más de lo mismo el del complejo de Bolívar.
Pero en ese mundo una cosa queda constante, “The Business of America is business.” Esta frase de Calvin Coolidge que se usa de forma peyorativa es la mejor declaración de lo que es la esencia de la política extranjera de los EU. Pero quienes la citan de forma peyorativa demuestran en si la ignorancia y la falta de entendimiento del pensar y el ser norteamericano y habla más de sus prejuicios que de un entender objetivo del que hacer anglo americano.
El negocio de los americanos siempre ha sido el negocio. Pero para negociar entre países hay que ser soberanos. Quien se mantuvo en el poder por 49 años usando la defensa de la soberanía como mayor parapeto de defensa y auto-justificación, ahora la redefine, como cualquier producto comercial al mejor postor, "the new, all-improved sovereignty". Cuba tiene que reclamar su soberanía antes de que sea demasiado tarde. Fidel ya la ha redefinido y una vez más no a favor de Cuba.
Monday, July 30, 2007
LA ERA DE LA LOCURA
La locura es la incapacidad de distinguir entre la fantasía y la realidad, o el seguir repitiendo una y otra vez lo que no da resultado.
Hace unas semanas atrás se citó en Granma, el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba, a una profesora de una de las universidades en Michigan diciendo que “Cuba es un modelo de justicia social”. No mucho antes de eso otro profesor y un colega local me discutían que en Cuba hay democracia por que hay elecciones libres.
También hace poco, como a las decenas que he conocido a través de los años, conocí a unos cubanos que salieron de Cuba como lo han hecho miles antes de ellos—incluyendo a los que no llegaron—arriesgando sus vidas en alta mar dejando atrás sus seres más queridos. Entre ellos, un par de médicos que habían sido enviados a Venezuela y los cuales lograron escapar y pedir asilo en Colombia. Ante a la pregunta sobre si no les había dado miedo haber tomado ese paso respondían, "Nosotros estamos acostumbrados a vivir en el miedo desde que somos niños".
Me encuentro entonces con dos tipos de personas, unos que no viven en Cuba y dicen saber como es la realidad en esa isla, y otros que la han vivido y salen de ella por la realidad verdadera. Unos viven en la fantasía y otros son cuerdos.
Mientras en los Estados Unidos todavía hay quienes se creen el cuento de que la culpa de todos los males en Cuba es el llamado embargo, en Cuba comienza vedadamente a aceptarse que es el sistema el que ha fallado. En su discurso celebrando el 53 aniversario del asalto al cuartel Moncada el pasado 26 de julio, Raúl Castro ha admitido la necesidad de ajustes "estructurales" anunciando a su vez que se considere incrementar la inversión extranjera. A pesar de que advirtió que "no habrá soluciones espectaculares" tendrá que ocurrir "cambios estructurales y de conceptos".
Sin embargo, al igual que su hermano en un editorial en Granma hace semanas atrás, echa la culpa no a la forma caprichosa en que el líder ha lidiado con la economía cubana desde un principio sino a “manifestaciones de indisciplina social y tolerancia” por parte del pueblo cubano. “los bajos salarios” de cumplir su papel de asegurar el principio socialista de que cada cual aporte según su capacidad y reciba según su trabajo".
Pero los cubanos, que al llegar a los EU han demostrado una y otra vez lo industrioso y emprendedores que son, no se comen el cuento. Los que no son cubanos le echan la culpa a los EU por la realidad cubana, pero los propios dictadores cubanos comienzan a echarse la culpa unos a otros o le echan la culpa al pueblo mismo.
A pesar de que de acuerdo a los fantasiosos en Cuba hay libertad de elecciones, aunque sea para elegir a nadie, lo que no se puede negar es que no hay libertad de prensa.
De acuerdo al Articulo 53 de la “Constitución” de Cuba “Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista. Las condiciones materiales para su ejercicio están dadas por el hecho de que la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión masiva son de propiedad estatal o social y no pueden ser objeto, en ningún caso, de propiedad privada, lo que asegura su uso al servicio exclusivo del pueblo trabajador y del interés de la sociedad. La ley regula el ejercicio de estas libertades.”
Ser dueño de una prensa es precisamente lo que es la libertad de prensa. La libertad de prensa no existe sin el derecho a la propiedad privada. Ni existirían ni este ni ninguno de nuestros periódicos hispanos.
Pero la revolución cubana pertenece a todos los cubanos y no solo a una elite. Cuba no es la hacienda privada de los Castro y no necesita “negociaciones” unilaterales ni neo-Plattistas. En esto tiene mucha razón la administración Bush. Si los Castro quieren una puerta abierta al diálogo con los Estados Unidos la primera conversación que tiene que haber es una libre y abierta entre los cubanos. Para eso tiene que haber libertad de palabra y una prensa libre. Con solo una prensa del estado esto no es posible.
Pero tal vez el médico que abrió su propia puerta hacia el exilio lo dijo en mejores palabras, "La libertad es lo mas preciado. Es el medio donde [todo] crece, donde [todo] germina, donde todo fructifica." Los cuerdos salieron del asilo y los locos que lo manejan quedaron atrás en la historia.
Hace unas semanas atrás se citó en Granma, el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba, a una profesora de una de las universidades en Michigan diciendo que “Cuba es un modelo de justicia social”. No mucho antes de eso otro profesor y un colega local me discutían que en Cuba hay democracia por que hay elecciones libres.
También hace poco, como a las decenas que he conocido a través de los años, conocí a unos cubanos que salieron de Cuba como lo han hecho miles antes de ellos—incluyendo a los que no llegaron—arriesgando sus vidas en alta mar dejando atrás sus seres más queridos. Entre ellos, un par de médicos que habían sido enviados a Venezuela y los cuales lograron escapar y pedir asilo en Colombia. Ante a la pregunta sobre si no les había dado miedo haber tomado ese paso respondían, "Nosotros estamos acostumbrados a vivir en el miedo desde que somos niños".
Me encuentro entonces con dos tipos de personas, unos que no viven en Cuba y dicen saber como es la realidad en esa isla, y otros que la han vivido y salen de ella por la realidad verdadera. Unos viven en la fantasía y otros son cuerdos.
Mientras en los Estados Unidos todavía hay quienes se creen el cuento de que la culpa de todos los males en Cuba es el llamado embargo, en Cuba comienza vedadamente a aceptarse que es el sistema el que ha fallado. En su discurso celebrando el 53 aniversario del asalto al cuartel Moncada el pasado 26 de julio, Raúl Castro ha admitido la necesidad de ajustes "estructurales" anunciando a su vez que se considere incrementar la inversión extranjera. A pesar de que advirtió que "no habrá soluciones espectaculares" tendrá que ocurrir "cambios estructurales y de conceptos".
Sin embargo, al igual que su hermano en un editorial en Granma hace semanas atrás, echa la culpa no a la forma caprichosa en que el líder ha lidiado con la economía cubana desde un principio sino a “manifestaciones de indisciplina social y tolerancia” por parte del pueblo cubano. “los bajos salarios” de cumplir su papel de asegurar el principio socialista de que cada cual aporte según su capacidad y reciba según su trabajo".
Pero los cubanos, que al llegar a los EU han demostrado una y otra vez lo industrioso y emprendedores que son, no se comen el cuento. Los que no son cubanos le echan la culpa a los EU por la realidad cubana, pero los propios dictadores cubanos comienzan a echarse la culpa unos a otros o le echan la culpa al pueblo mismo.
A pesar de que de acuerdo a los fantasiosos en Cuba hay libertad de elecciones, aunque sea para elegir a nadie, lo que no se puede negar es que no hay libertad de prensa.
De acuerdo al Articulo 53 de la “Constitución” de Cuba “Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista. Las condiciones materiales para su ejercicio están dadas por el hecho de que la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión masiva son de propiedad estatal o social y no pueden ser objeto, en ningún caso, de propiedad privada, lo que asegura su uso al servicio exclusivo del pueblo trabajador y del interés de la sociedad. La ley regula el ejercicio de estas libertades.”
Ser dueño de una prensa es precisamente lo que es la libertad de prensa. La libertad de prensa no existe sin el derecho a la propiedad privada. Ni existirían ni este ni ninguno de nuestros periódicos hispanos.
Pero la revolución cubana pertenece a todos los cubanos y no solo a una elite. Cuba no es la hacienda privada de los Castro y no necesita “negociaciones” unilaterales ni neo-Plattistas. En esto tiene mucha razón la administración Bush. Si los Castro quieren una puerta abierta al diálogo con los Estados Unidos la primera conversación que tiene que haber es una libre y abierta entre los cubanos. Para eso tiene que haber libertad de palabra y una prensa libre. Con solo una prensa del estado esto no es posible.
Pero tal vez el médico que abrió su propia puerta hacia el exilio lo dijo en mejores palabras, "La libertad es lo mas preciado. Es el medio donde [todo] crece, donde [todo] germina, donde todo fructifica." Los cuerdos salieron del asilo y los locos que lo manejan quedaron atrás en la historia.
Friday, July 27, 2007
Las Playas y los Puercorriqueños
Pavlov tenía un punto cuando nos comparó a los humanos con perros. En sus famosos experimentos el famoso científico ruso descubrió que a los perros se les salían las babas con solo presentarles la idea de que iban a ser alimentados. Luego, muchos otros sicólogos descubrieron que los animales aprenden por las buenas o por las malas. Con sus manipulaciones de recompensa y castigo observaron como perros, monos, gallinas, conejillos de indias y demás cambiaban su conducta de acuerdo a lo que les convenía.
El amor por el método científico llevó a querer medir y experimentar con todo, hasta con la conducta humana. Pero en sus buenas intenciones estos científicos llegaron a ofender las sensibilidades humanistas que luego y como consecuencia de los desastres de la Segunda Guerra Mundial rechazaban cualquier comparación de los seres humanos con animales.
Aún así, los estudios comparativos han continuado y continúan: que si los delfines pueden comunicarse con nosotros, que si los gorilas y otros simios son inteligentes casi como los humanos y que los cerdos aparte de los últimos son los más inteligentes de todos.
Pero la lucha también continuó y continúa respecto a lo humano: que si los seres humanos son nada más que un mejunje de estímulos y respuestas, o que si son algo más complejo, capaces de elevarse más allá de los instintos creando un mundo de ética y estética. Por el momento no viene al caso cerrar este debate.
Lo que si viene al caso es que el punto de vista humanista parece haber prevalecido hasta cierto punto. Y en las ciencias sociales y jurídicas el entendimiento y la compasión por las circunstancias humanas nos han llevado desde lo sublime hasta lo espantoso. Se trata de buscar todo tipo de entendimiento social y compasivo para explicar y excusar desde el sencillo robo hasta la masacre más espeluznante. Por otra parte, se nos quiere manipular creando necesidades falsas en una cultura de consumo comercial y, peor aún, de consumo político.
Pero en esta historia humana parece que Puerto Rico le ha llevado la delantera al resto del mundo con un producto cultural muy nuestro: el "ay, bendito". "Déjalo ahí", "Ponlo por allí", "No te preocupes que alguien lo recoge", "Eso es cosa del gobierno", "Yo no sabía na'", "Eso no es problema mío" son solo algunas de nuestras expresiones "muy humanas".
Apelar "al sentimiento cívico, o incluso patriótico" de los puertorriqueños para mantener sus playas limpias es uno de esos estímulos que los perros de Pavlov se pasarían por sus testículos. Apelar a lo animal parece hacer más sentido en este caso. Tal vez poniendo zafacones con letreros que digan, "Déjalo aquí o $500 de multa", "Ponlo allí o $1,000 de multa", "La basura tuya no es cosa del gobierno recoge lo tuyo o seis meses de sentencia limpiando playas" sería una forma de comenzar a reeducar al playero de la especie puercorricensis.
Por supuesto, esa preeducación hay que hacerla cumplir, o como al perro pavloviano con el tiempo al playero puercorriqueño le dará lo mismo una bombilla que una chuleta.
Tal vez haya una excusa, después de todo, en la falta de un sentido de propiedad pública en una población acostumbrada a que le den de todo sin exigirle nada a cambio. O tal vez si somos solo animales que pueden hablar, escribir y leer. Pero si los perros que son de menos inteligencia que los cerdos pueden aprender, ¿por que no se puede esperar más de los puercos?
http://www.endi.com/XStatic/endi/template/columna.aspx?c=253078
El amor por el método científico llevó a querer medir y experimentar con todo, hasta con la conducta humana. Pero en sus buenas intenciones estos científicos llegaron a ofender las sensibilidades humanistas que luego y como consecuencia de los desastres de la Segunda Guerra Mundial rechazaban cualquier comparación de los seres humanos con animales.
Aún así, los estudios comparativos han continuado y continúan: que si los delfines pueden comunicarse con nosotros, que si los gorilas y otros simios son inteligentes casi como los humanos y que los cerdos aparte de los últimos son los más inteligentes de todos.
Pero la lucha también continuó y continúa respecto a lo humano: que si los seres humanos son nada más que un mejunje de estímulos y respuestas, o que si son algo más complejo, capaces de elevarse más allá de los instintos creando un mundo de ética y estética. Por el momento no viene al caso cerrar este debate.
Lo que si viene al caso es que el punto de vista humanista parece haber prevalecido hasta cierto punto. Y en las ciencias sociales y jurídicas el entendimiento y la compasión por las circunstancias humanas nos han llevado desde lo sublime hasta lo espantoso. Se trata de buscar todo tipo de entendimiento social y compasivo para explicar y excusar desde el sencillo robo hasta la masacre más espeluznante. Por otra parte, se nos quiere manipular creando necesidades falsas en una cultura de consumo comercial y, peor aún, de consumo político.
Pero en esta historia humana parece que Puerto Rico le ha llevado la delantera al resto del mundo con un producto cultural muy nuestro: el "ay, bendito". "Déjalo ahí", "Ponlo por allí", "No te preocupes que alguien lo recoge", "Eso es cosa del gobierno", "Yo no sabía na'", "Eso no es problema mío" son solo algunas de nuestras expresiones "muy humanas".
Apelar "al sentimiento cívico, o incluso patriótico" de los puertorriqueños para mantener sus playas limpias es uno de esos estímulos que los perros de Pavlov se pasarían por sus testículos. Apelar a lo animal parece hacer más sentido en este caso. Tal vez poniendo zafacones con letreros que digan, "Déjalo aquí o $500 de multa", "Ponlo allí o $1,000 de multa", "La basura tuya no es cosa del gobierno recoge lo tuyo o seis meses de sentencia limpiando playas" sería una forma de comenzar a reeducar al playero de la especie puercorricensis.
Por supuesto, esa preeducación hay que hacerla cumplir, o como al perro pavloviano con el tiempo al playero puercorriqueño le dará lo mismo una bombilla que una chuleta.
Tal vez haya una excusa, después de todo, en la falta de un sentido de propiedad pública en una población acostumbrada a que le den de todo sin exigirle nada a cambio. O tal vez si somos solo animales que pueden hablar, escribir y leer. Pero si los perros que son de menos inteligencia que los cerdos pueden aprender, ¿por que no se puede esperar más de los puercos?
http://www.endi.com/XStatic/endi/template/columna.aspx?c=253078
Wednesday, March 28, 2007
Un enorme “escándalo” hipócrita
Cuando mi hermano fue seleccionado por el Ejército de los Estados Unidos como uno de los cinco graduados más altos de su clase médica y enviado a Walter Reed nos sentimos muy orgullosos. Allí el permaneció cinco años. Durante ese tiempo, como terapista respiratorio, atendió al Sen. Biden, al Presidente Reagan, al Vicepresidente Bush, al Presidente Duarte de El Salvador y a las familias de miembros del Gabinete y de Congreso.
Ahora escuchamos que hay un escándalo en Walter Reed, el que los heridos americanos de los conflictos de hoy no están siendo bien tratados. Y si es así, entonces vergüenza para todos los envueltos. ¿Pero como empatamos esa noción con la reciente innumerable cobertura en las noticias sobre lo avanzado y de lo mejor que es Walter Reed como facilidad médica? La respuesta es política, pura política.
Si, ha habido casos de mal manejo burocrático. ¿Qué se puede esperar de las burocracias? Pero el escándalo verdadero no está en la falta de pintura aquí y allá, o la serie de vueltas por las que pasan los soldados y sus familias de vez en cuando. El verdadero escándalo está en los servicios ambulantes y generales en el sistema de la Administración de Veteranos (VA). Los han cogido con los calzones en el suelo y ellos lo saben.
Desde la guerra de Vietnam la rama militar no ha tratado a tantos soldados heridos como lo hace hoy. Ahora han atado este “escándalo de Walter Reed” a los hospitales del VA como una aparente reexaminación comprehensiva del tratamiento de los veteranos cuando cualquiera que haya tratado con el sistema del VA sabe que ha estado en necesidad de reparación por décadas.
El llamado escándalo del Walter Reed Army Hospital me recuerda la escena en Casablanca cuando el corrupto inspector Renault clama “Estoy en shock, shock que hayan mesas de juego aquí”. Ellos han sabido esto por largo tiempo.
El sistema del VA se ha convertido en un sistema de recompensas políticas para alcahuetes afiliados a un partido político a través de la acción afirmativa. Esto no es un insulto a la mayoría de gente buena y calificada que trabajan ahí, pero existe un elaborado y sofisticado sistema de conexiones políticas subalternas operando para llenar los vacíos de posiciones y plazas en el sistema de hospitales del VA. Ahí es donde la verdadera investigación debe suceder.
Mientras tanto los políticos han escogido manchar la reputación de quienes trabajan en Walter Reed. Y antes de que alguien salte y piense que estamos aquí hablando de política partidista, el problema cruza líneas partidistas. El problema es un ataque hipócrita no solo contra una venerable institución y una gente dedicada pero más importante el abandono que algunos de nuestros mejores ciudadanos sufre tras haber ofrecido cuerpo y vida por el resto de nosotros. Ellos merecen mejor que posturas y engrandecimientos políticos.
Y aún, ahora encontramos que el presente estado de cuentas en Walter Reed y los hospitales del VA es resultado de—adivine—recortes por el Congreso. Pero no espere que esos recortes hayan afectado a las mejores camas y cuartos de hospital entre ellos; los que son reservados en Walter Reed para políticos de altura en DC y para dignatarios extranjeros, cortesía del contribuyente americano.
El personal médico y general en Walter Reed son la crema. Después de todo, los políticos solo quieren lo mejor para ellos y sus familias mientras dejan el sistema del VA a la política de la Acción Afirmativa. Es parte de su plan privado de salud. Cero HMOs para ellos. Cero líneas de espera por horas como en el hospital del VA promedio.
Tal vez, al igual que en Casablanca, si quieren resolver el “escándalo de Walter Reed” deberían comenzar por “arrestar a los sospechosos usuales”.
Ahora escuchamos que hay un escándalo en Walter Reed, el que los heridos americanos de los conflictos de hoy no están siendo bien tratados. Y si es así, entonces vergüenza para todos los envueltos. ¿Pero como empatamos esa noción con la reciente innumerable cobertura en las noticias sobre lo avanzado y de lo mejor que es Walter Reed como facilidad médica? La respuesta es política, pura política.
Si, ha habido casos de mal manejo burocrático. ¿Qué se puede esperar de las burocracias? Pero el escándalo verdadero no está en la falta de pintura aquí y allá, o la serie de vueltas por las que pasan los soldados y sus familias de vez en cuando. El verdadero escándalo está en los servicios ambulantes y generales en el sistema de la Administración de Veteranos (VA). Los han cogido con los calzones en el suelo y ellos lo saben.
Desde la guerra de Vietnam la rama militar no ha tratado a tantos soldados heridos como lo hace hoy. Ahora han atado este “escándalo de Walter Reed” a los hospitales del VA como una aparente reexaminación comprehensiva del tratamiento de los veteranos cuando cualquiera que haya tratado con el sistema del VA sabe que ha estado en necesidad de reparación por décadas.
El llamado escándalo del Walter Reed Army Hospital me recuerda la escena en Casablanca cuando el corrupto inspector Renault clama “Estoy en shock, shock que hayan mesas de juego aquí”. Ellos han sabido esto por largo tiempo.
El sistema del VA se ha convertido en un sistema de recompensas políticas para alcahuetes afiliados a un partido político a través de la acción afirmativa. Esto no es un insulto a la mayoría de gente buena y calificada que trabajan ahí, pero existe un elaborado y sofisticado sistema de conexiones políticas subalternas operando para llenar los vacíos de posiciones y plazas en el sistema de hospitales del VA. Ahí es donde la verdadera investigación debe suceder.
Mientras tanto los políticos han escogido manchar la reputación de quienes trabajan en Walter Reed. Y antes de que alguien salte y piense que estamos aquí hablando de política partidista, el problema cruza líneas partidistas. El problema es un ataque hipócrita no solo contra una venerable institución y una gente dedicada pero más importante el abandono que algunos de nuestros mejores ciudadanos sufre tras haber ofrecido cuerpo y vida por el resto de nosotros. Ellos merecen mejor que posturas y engrandecimientos políticos.
Y aún, ahora encontramos que el presente estado de cuentas en Walter Reed y los hospitales del VA es resultado de—adivine—recortes por el Congreso. Pero no espere que esos recortes hayan afectado a las mejores camas y cuartos de hospital entre ellos; los que son reservados en Walter Reed para políticos de altura en DC y para dignatarios extranjeros, cortesía del contribuyente americano.
El personal médico y general en Walter Reed son la crema. Después de todo, los políticos solo quieren lo mejor para ellos y sus familias mientras dejan el sistema del VA a la política de la Acción Afirmativa. Es parte de su plan privado de salud. Cero HMOs para ellos. Cero líneas de espera por horas como en el hospital del VA promedio.
Tal vez, al igual que en Casablanca, si quieren resolver el “escándalo de Walter Reed” deberían comenzar por “arrestar a los sospechosos usuales”.
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